«El niño seguía
sin hablar, pero sonreía. Sonreía muy a menudo. Esa sonrisa siempre iba
dirigida a Tamon. Y el perro se la devolvía»
El chico y el
perro es del autor Seishu Hase y con ilustraciones de Takahashi Muramaki. Se
trata de una novela gráfica, editada y publicada por Distrito Manga, a quienes
agradezco el envío del ejemplar.
«Desde su
llegada había más claridad en aquella vieja casa que siempre había tenido un
ambiente oscuro. Como si, de la noche a la mañana, hubiese ganado luminosidad.
En el corazón de esa claridad estaban Hikaru y Tamon»
El inicio de
la trama sucede después del tsunami en Japón de 2011. Un hombre encuentra a un
pastor alemán, quien se convertirá en su fiel amigo. Este hombre cuida de su
madre que sufre demencia, y solo diré que con esto ya consiguió tocarme la
fibra sensible. De verdad, los animales me llenan de ternura por la capacidad
que tienen para empatizar con cualquier ser vivo. Ojalá siguiéramos su ejemplo.
«Sabía que
habían sido enviados en beneficio de nuestra tonta especie. Entendían el
corazón humano y estaban en sintonía con él como ninguna otra criatura.»
Este es el inicio del viaje de este pastor alemán (Tamon), que irá pasando de dueño en dueño, viajando desde Tohoku a Kyushu. El perro interactuará con diferentes personas, todas con diferentes personalidades y dificultades, de tal forma que se convertirá en el “ángel de la guarda” de cada uno. Con cada capítulo, conoceremos las circunstancias de cada persona y su verdadera historia.
«Tú estás bien,
yo estoy contigo. No te preocupes»
Es una
historia muy fácil de leer, sencilla, pero con mucho dolor y drama. Esta novela
ayuda a que lector empatice con el perro que, aquellos que hayamos tenido uno,
sabemos cuánto amor y cariño nos dan en nuestros mejores momentos, pero también
en los peores. Un apoyo necesario para aquellas personas que necesitan un poco
de luz en su vida, que es el papel que desempeña nuestro amigo peludo.
«Y, sin
embargo, Yaichi era muy consciente de que los perros tenían una relación
especial con los humanos»
Una vez más,
esta novela gráfica ha hecho que eche más de menos a Cody. Una historia que me
ha dejado con el corazón calentito, pero también con muchos paquetes de
pañuelos gastados.