«Cuando tenía ocho años, empecé a ver los estados de ánimo y las energías de la gente como colores»
Quería leer esta novela porque, aunque apenas se da información en la sinopsis, tuve un palpito de que la protagonista era una persona muy empática y que percibe las energías de las personas de su alrededor. Y no me equivocaba, pues la protagonista percibe las energías a través de colores.
«He tenido una relación de toda la vida con los colores. Soportándolos, aceptándolos, entregándome a ellos»
Su mundo está lleno de colores. Algunos muy pintorescos, otros no tantos. Podría parecer una “ventaja”, pero no lo es cuando eres una niña de 8 años que no comprende por qué su mundo se ve de esa manera. Tampoco ayuda el hecho de vivir en una casa y convivir con una familia desestructurada que no le proporciona la ayuda que necesita. A través de 352 páginas, conoceremos cómo Alice busca la manera de encontrar su camino con este don.
«No queremos estar protegidos de todo en la vida, Alice. Hay cosas que hay que experimentar, hay personas que hay que experimentar. Los guantes, la mascarilla, las gafas... has estado diciéndoles a las personas que se mantengan alejadas en lugar de descubrir cómo estar entre ellas»
Es una lectura con la que tengo sentimientos encontrados. Me ha gustado, pues la autora tiene una pluma maravillosa y te permite vivir las sensaciones de Alice a través de los colores. El ritmo del inicio (a mi parecer) fue demasiado lento y, sin ser consciente, la autora narraba el futuro de Alice. Es decir que, en una página, Alice tiene 8 años, pero al siguiente capítulo, tiene 15 años y no te das cuenta de ese cambio hasta que has leído unas cuantas páginas. Es lo que más descolocó de la historia. Además de que, tratándose de Cecelia Ahern, la traducción y la corrección de la novela es un poco pobre y eso, por desgracia, no ayudaba en su lectura.
«Hay pánico por el cambio climático. La Tierra está en crisis, pero me parece que nadie presta atención a la crisis de nuestras almas. No hay unidades para medir todos los agujeros que están apareciendo en cada uno de nosotros»
En mi opinión, la novela tiene mucho potencial para ser una lectura única y original; pero con los fallos anteriormente nombrados, cuesta seguirle el ritmo. Aun así, me quedo con los sentimientos descritos durante el transcurso de la novela; la infancia de Alice, su adolescencia, la entrada a la vida adulta, sus idas y venidas, sus caídas y sus éxitos, su sensibilidad y su fuerza.
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